Lady ________ sabía que la...
esclavitud era el destino de las mujeres capturadas por los vikingos.
Brutalmente raptada por un hombre sin escrúpulos, ella había jurado vengarse,
enfrentarse a él hasta la muerte y no someterse jamás a su voluntad.
Lo malo es que ese Vikingo era padre de Tom Kaulitz....

martes, 13 de noviembre de 2012

"CAPITULO 16"




________ y Tom estaban sentados frente a frente ante la mesa pequeña, con el desayuno entre los dos. Ella se apoyaba lánguidamente en el respaldo de su silla, picoteaba malhumorada su comida y a cada instante dirigía a Tom una mirada furiosa. Pero él estaba demasiado absorto en su comida para notarlo.

Ahora hacía una semana que él la tenía confinada a esta habitación, con la única compañía del odioso mastín blanco. Tom traía personalmente a ________ las comidas, pero la dejaba sola durante el día y sólo regresaba de noche. No volvió a tocarla desde la noche que la trajo aquí y hasta accedió cuando ella insistió que dormiría en el diván en vez de en la gran cama con él.

Al despertar aquella mañana después de la primera noche juntos, ella quedó apabullada por el recuerdo de lo que había hecho. No era ________ quien había actuado no mejor que una prostituta vagabunda, sino su despreciable cuerpo femenino. Ese instrumento traidor que elegía conocer todos los frutos de su despertar, hasta había provocado e incitado a Tom para que se lo enseñara.

El había avivado dentro de ella un fuego que ella no soñaba que existía, pero nunca más. El delicioso placer que había experimentado podía ser negado. Sí, esa clase de éxtasis no le era necesaria, porque ella tendría que renunciar a demasiadas cosas para alcanzarlo nuevamente...

Aunque era demasiado tarde para cambiar lo sucedido, ella se condenaría antes que permitir que volviera a suceder. Había sido una tonta al pensar que Tom cambiaría de idea a causa de ello: él seguía decidido a que ella le sirviera como exigía.

Por eso, ella no podía perdonarlo, no después de la ternura que había tenido lugar entre los dos.

Con Perro descansando entre sus pies, ________ le ofreció distraídamente un bocado de carne, acostumbrada a hacer lo mismo en su casa con los lebreles de su padre que vagabundeaban por todo el interior de la mansión. Cuando el perro blanco le rozó la mano con el hocico pidiéndole más, ella comprendió lo que había hecho y al levantar la vista vio que Tom la miraba ceñudo. Bien, pensó con perversa satisfacción. Eso era mejor que la expresión de seguridad en sí mismo que lucía tan a menudo en los últimos días.

— ¿Qué os disgusta, vikingo? — preguntó en tono inocente, aunque sus ojos brillaban con picardía— ¿Teméis que os haya quitado la lealtad del perro? – como la expresión de él se ensombreció todavía más, ella sonrió más ampliamente e insistió— ¿No sabíais que nos hemos hecho buenos amigos? ¿Pero qué esperabais después de encerrarnos juntos? No pasará mucho tiempo antes de que ni siquiera levante la cabeza cuando yo salga de esta habitación.

Tom la miró fríamente un largo momento antes de responder:

— Si decís la verdad, mujer, entonces es tiempo de poner una cerradura en la puerta.

La cara de ________ se puso gris.

— ¡No lo haríais!

— Ciertamente que lo haría — replicó él en tono glacial— . Esta noche, en realidad, pues no tengo nada mejor que hacer.

— Sólo estaba bromeando, Tom — dijo ________ tratando de tomarlo a la ligera— Podéis confiar en que vuestro perro hará lo que le ordenéis.

— Es en vos en quien no confío — replicó él secamente, y se dirigió con pasos airados a la puerta.

— ¿Cuánto tiempo me tendréis aquí? — preguntó ella furiosamente.

En la puerta, él se volvió y la miró con una expresión de desdén.

— No soy yo quien os tiene aquí, mujer, sino vos misma. Sólo tenéis que servirme como yo deseo y disfrutaréis los mismos privilegios que las otras esclavas.

— ¡Sois un asno pomposo e insufrible! — estalló ella poniéndose de pie y apretando los puños— . ¡Primero os pudriréis en el infierno!

— Vos sois una mujer terca — replicó él desdeñosamente— . Pero veréis que yo puedo serlo más.

Con eso abandonó la habitación y dejó a Brenna tan furiosa que levantó un jarro lleno de leche y lo arrojó contra la puerta cerrada. Viendo el daño causado, no se detuvo allí. Con un fulgor destructivo en los ojos, derribó la mesilla; la fuente de comida cayó al suelo y Perro debió hacerse a un lado, gimiendo, para que no le cayera encima. Con decisión fue hasta la cama y arrancó los cobertores, después fue hasta el cofre de Tom. Con maligno placer, desparramó su contenido por la habitación.

Tan concentrada estaba _________ en su tarea que no oyó que Tom regresó.

De pronto sintióse tomada de atrás y arrojada sobre la cama.

— ¡Vuestras pataletas son propias de una criatura, no de la mujer que creí que erais! — estalló él, y la siguió hacia la cama.

Cuando ________ se volvió para mirarlo, él estaba de rodillas, con una mano levantada para golpearla. Miró ese puño sin parpadear y lo desafió a que hiciera lo peor. Pero Tom vaciló un momento demasiado largo y el impulso pasó. Bajó el brazo con una maldición y salió de la cama. Después, la miró desde arriba con furia despiadada.

— Habéis decidido cuál será vuestra tarea, mujer. Pondréis esta habitación en orden antes de la noche, o tendréis que acostaros sin comer. Y si pensáis que una comida de menos no tendrá importancia, pensadlo otra vez porque se os negará alimento hasta que hayáis hecho el trabajo—Con eso, salió dando un portazo.

— ¿Qué haré, Perro? — preguntó ________ suavemente, como si el fuerte animal pudiera tener una solución a su problema— . ¿Deberé morirme de hambre por despecho? Esto no es de mi agrado, pero le demostraría a ese chacal dominante que no puede darme órdenes. ¡Maldito sea! — gritó— . ¿Por qué me hace esto a mí? ¡Quiere quebrantar mi orgullo y pisotearlo en el polvo!

Todo iba muy bien antes de esto, pensó ________. Y ahora me hará pasar hambre. Sí, él ha dicho las palabras y no puede volverse atrás.

«Esta vez, seré yo quien tendrá que ceder», pensó _______.

Tom llegó a la cima de la pequeña colina y detuvo su caballo. Se apeó y se pasó las manos por su pelo en desorden. Con la espalda erguida miró las luces de la aurora boreal que brillaban en el cielo negro y cuyos misteriosos colores lanzaban un extraño resplandor sobre la tierra. Había cabalgado duramente la mayor parte del día, a veces sin siquiera percatarse de dónde estaba y dejando al semental que fuera donde quería. Sin embargo, Tom todavía no había resuelto la confusión de sus pensamientos que le pesaban continuamente desde que dejó a la altanera ________. El destino de la joven, el destino que él le había preparado, pendía como una nube oscura sobre su cabeza. Se maldijo a sí mismo un centenar de veces por las palabras que había pronunciado encolerizado, palabras que muy bien podían poner fin a la vida de la muchacha. ¿Podía ella ser de veras tan empecinada? ¿Y por una cuestión tan trivial? Hubiera debido seguir su primer impulso, que fue golpearla. Pero lo había detenido la idea de golpear ese rostro tan hermoso.

Si regresaba a su habitación y la encontraba aún en desorden, ¿qué haría? Si esta vez cedía, nunca podría manejar a la muchacha. Si ninguno de los dos cedía, la muchacha moriría...

Si por lo menos conociera más su carácter, entonces quizá podría predecir cómo reaccionaría ella. ¿Pero quién había aquí que pudiera iluminarlo?

— ¡Imbécil! — dijo en voz alta— . Hay alguien que puede arrojar un poco de la luz sobre la empecinada mujer a la que me encuentro atado contra mi voluntad.

Tom volvió su montura en dirección a la casa de su padre. Después de una corta cabalgata, entró en el humoso hall de Anselmo  y encontró a su padre y su hermano entretenidos con una partida de dados. Su madre estaba cosiendo.

— ¡Jo! ¿Qué lo trae esta noche al príncipe mercader a nuestra humilde morada? —  bromeó Hugh cuando Tom se les unió— Hubiera creído que necesitaríais todo vuestro tiempo libre para contar las riquezas que habéis amasado.

— No, me basta con la mitad — replicó Tom, aunque su humor no era para bromas— . Vine para hablar con una de las nuevas esclavas.

— ¿Sólo queréis hablar? — preguntó Hugh, y se golpeó la rodilla riendo de su chiste.

— Basta, Hugh — dijo Anselmo  solemnemente. Picada su curiosidad, se volvió hacia Tom— . ¿Con cuál? — Una de las amigas de _______ — repuso él— . No importa cuál.

— ¿Sí?

Tom hizo una mueca.

— Padre, veo la pregunta en vuestra cara, pero no la formuléis. Ahora soy yo quien tiene preguntas que necesitan respuestas.

— ¿De una de las amigas de _______? — dijo Anselmo , sonriendo—  ¿Queréis saber más de ella?

— Sí, querría saber hasta qué límites puede llevarla su orgullo — admitió el joven.

— No os entiendo bien, Tom. ¿Tenéis problemas con la muchacha?

— ¿Vos me lo preguntáis, después de haber elogiado su carácter fuerte? — replicó Tom— . ¿De veras creísteis que ella se adaptaría a esta nueva vida?

Anselmo  suspiró.

— ¿De modo que la muchacha no os satisface?

— Aún tengo que decidir si el placer que me proporciona en la cama vale los problemas que me causa fuera de ella.

— Dádmela a mí — intervino Hugh— . Yo sabría qué hacer con la zorrita.

— Vos quebrantaríais su espíritu además de su voluntad — le dijo Anselmo  a su hijo mayor— . Una mujer con espíritu es digna de tenerla y debe ser domada con suavidad, no quebrantarla. Ah, Tom, si ella os diera su lealtad, no habría ninguna que pudiera comparársele.

— ¿Habláis por experiencia? — preguntó Tom y lanzó a su madre una mirada tierna.

— Sí — dijo Anselmo  con una risita— , aunque no sé si merezco la lealtad que me he ganado. Id y encontrad vuestras respuestas, hijo. Las mujeres están en el fondo.

Cuando Tom salió de la estancia, Anselmo  meneó la cabeza y le comentó a Hugh:

— Vuestro hermano parece profundamente alterado.
— Ya quisiera yo tener sus problemas — dijo Hugh con una sonrisa, pero a Anselmo  la situación no le pareció divertida.

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Cordelia respondió rápidamente a la fuerte llamada en la puerta antes que el ruido despertara a las otras mujeres, que estaban durmiendo. Supuso que era Hugh quien venía porque estaba esperándolo. El no había venido a verla en los últimos días. Cordelia había llegado a familiarizarse con las actitudes amorosas de ese vikingo en el corto tiempo que llevaba aquí. Sabía lo que él esperaba de ella: resistencia todas las veces. Desempeñaba su papel con facilidad. No podía permitir que el vikingo perdiese interés en ella, si quería llevar sus planes a un buen final.

Hugh Kaulitz debía de creer que era el padre de la criatura que ella sospechaba que llevaba en su seno. Ella le daría un hijo y así se aseguraría el futuro. Se sospechaba que la débil esposa de Hugh era estéril; Cordelia lo había sabido por Heloise quien también había dicho que él no tenía bastardos hasta ahora. Quizás un día hasta pudiera conseguir un casamiento a través del engaño. Sabía que el niño no podía ser de Hugh, pero ella podría jurar que lo era y la madre de él la apoyaría, porque Cordelia se había quejado deliberadamente ante la mujer de que, a causa de las incomodidades de su viaje por mar, los espasmos de su período menstrual habían empeorado. Sí, lo tenía bien pensado. Por lo menos ella no lo pasaría tan mal aquí.

Trató de no parecer demasiado ansiosa cuando abrió la puerta. Pero no era Hugh quien estaba allí en el frío, sino su hermano Tom. Ella lo había visto en una ocasión anterior, cuando él vino a visitar a su padre, y había quedado prendada de él.

Era un hombre guapo y atractivo, mucho más que Hugh. Sin embargo, Hugh sería un día el jefe del clan, con poder y riqueza, y por lo tanto ella lo prefería.

— ¿Sois hermana de _______? — preguntó Tom. Cuando ella asintió en silencio, él continuó— : Entonces, quiero hablar unas palabras con vos, mujer. ¿Queréis caminar un poco conmigo?

Cordelia se estremeció cuando el viento frío hizo ondear su tosca falda.

— Buscaré algo para abrigarme.

— No — replicó él. Se quitó la gruesa capa de pieles que llevaba y la puso sobre los hombros de ella— . Estoy impaciente.

Ella se mordió el labio y salió con él de la casa que compartía con las otras esclavas. Temió que este alto vikingo quisiera apartarla de las otras para solazarse con ella.

Aunque sin duda la experiencia le gustaría, no sería conveniente para sus planes. Nadie que no hubiera sido Hugh la había poseído desde su llegada.

— Tengo un problema, mujer — dijo Tom cuando caminaban lentamente por los alrededores de la vivienda— . Busco vuestra ayuda si podéis dármela.

Explicó la actitud de _________ y su empecinada negativa a servirlo, y terminó con la última confrontación de esa mañana.

— Me gustaría saber — dijo—  si también en esto se mostrará inflexible. ¿Ella aprecia en algo su vida?

Cordelia quiso reír, pero no se atrevió. De modo que ________ estaba actuando fielmente a su estilo, tal como Cordelia sabía que lo haría. Este vikingo mostraba una auténtica preocupación que _______, por cierto, no se lo merecía. Quizá aquí había una forma de conseguir su propia venganza, pensó Cordelia con malignidad.

— Es típico de ________ — respondió— . Pero ella nunca haría nada que pusiera en peligro su vida — añadió con firmeza.

— Sin embargo luchó contra nuestro padre cuando él atacó vuestro hogar. Entonces arriesgó su vida

— ________ nunca creyó que aquel día sufriría de verdad — explicó Cordelia con expresión convincente— . Ella pensó que vosotros, los vikingos, no mataríais a una mujer. En cuanto a la terquedad de ________, es sólo una treta que usa para ver cuánto puede ganar. Ella piensa que el trabajo doméstico es indigno de ella. Es una perezosa y le gustaría no tener que mover un dedo para hacer nada. Toda su vida tuvo sirvientes que la atendieron.

— Ella trabaja en mi establo — dijo Tom— . Dice que lo único que no quiere hacer es trabajo de mujeres.

— ¿Vos la visteis trabajar? — preguntó Cordelia— . ¿O ella persuadió a alguien para que hiciera el trabajo en su lugar? No, en nuestro hogar era igual. ________ esperaba que todos la sirvieran, hasta su familia, mientras pasaba todo su tiempo divirtiéndose con los hombres de la aldea y tentándolos para apartarlos de sus esposas.

— La que describís es una _________ diferente, no la que yo conozco y que rechaza a los hombres.

— Eso es nada más que lo que ella desea haceros creer — dijo Cordelia con malicia— . No, la verdadera ________ es una falsa con corazón de ramera— . Sabe que es atractiva y querría que todos los hombres que conoce caigan rendidos a sus pies. Hasta sedujo a mi propio esposo, que también estaba embobado por ella.

— ¡Pero ella era virgen! — Cordelia sonrió.

— ¿Todavía lo es? — vio el entrecejo sombrío de él, pero eso no le impidió añadir— Si la queréis sólo para vos, vikingo, tendréis que vigilarla mucho, porque nunca se contentará con un solo hombre. Conozco bien a mi hermana.

— No he dicho que la quiero para mí, mujer — dijo él con brusquedad.

Tom dejó la casa de su padre más desazonado y confundido de lo que estaba cuando vino. Las palabras de Cordelia lo dejaron insatisfecho y volvió a su casa de muy mal humor.



CHICAS... un nuevo capi... gracias por los comentarios me encantaron *.* que bueno que Amen la Ficc...  jajaja me alegra.. y no se preocupen que yo no las dejaria sin capi.. porque se lo que se siente jajajaja  Espero les guste el capi...

Cuidence
Las Quiero
BYE =D

4 comentarios:

  1. Muy bueno el cap!!

    Desgraciada Cordelia!! QUe TAPAS las que tiene para mentir!!

    Lo bueno es que Tom sabia q no era asi, aunque ahora este un poco confundido sabe q no es asi.

    aahhh Gracias por subir siempre tu historia me encanta.

    Saluditos
    Tu fan
    Cabi

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  2. Muy bueno el capi! ay mugre cordelia! tanto es su odio por TN que mira las palabrotas que dice de ella! la mato xD me gusto mucho nena, siguela y sorry por no comentarte es que no habia leido los capitulos pero ya lo hize hoy y esta genial, siguela chau xD

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  3. Maldita Cordelia!! >.<
    Tom tiene q hablar con la tia de (tn) menos mal q no le creyo..
    Subeee AMO la fic me encanta demasiado..
    Esta emocionante (tn) ordenara la habitacion??
    Tamitha gracias xq no nos dejas sin capitulo *.*
    Bye cuidatee :D

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  4. me encanto el cap !! pero q zorra q es cordelia... no solo miente para asegurarse su futuro sino q tambien para cagar el de la propia hermana
    Amo esta fic cada vezse pone mejor!! C:
    Espero que subas pronto!
    Bye y Cuidate!! ♥

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