Lady ________ sabía que la...
esclavitud era el destino de las mujeres capturadas por los vikingos.
Brutalmente raptada por un hombre sin escrúpulos, ella había jurado vengarse,
enfrentarse a él hasta la muerte y no someterse jamás a su voluntad.
Lo malo es que ese Vikingo era padre de Tom Kaulitz....

martes, 20 de noviembre de 2012

"CAPITULO 22"




Cuando pasó junto a Perrin él le hizo un guiño que la hizo sonreír pese a sí misma. Entregó los jarros a los dos hombres que no conocía. Ellos los hundieron en el enorme caldero lleno de espumoso hidromiel que estaba sobre la mesa. Después dejó uno delante de Bayard, quien afortunadamente estaba absorto en una discusión con Gorm y no notó su presencia. Cuando por fin llegó junto a Anselmo  y Hugh, su expresión estaba llena de odio. Dejó los jarros ante ellos y en ese momento su expresión cambió rápidamente por una sonrisa apretada cuando encontró la mirada de Tom, que estaba sentándose a la mesa.

En el instante siguiente, _________ ahogó una exclamación cuando Hugh la tomó de la cintura y la hizo sentarse sobre su regazo.

— De modo que, después de todo, habéis domado a la zorra, hermano — dijo Hugh dirigiéndose a Tom y riendo por lo bajo— . Yo no lo hubiera creído posible.

— ¿Acaso no dije que lo haría? — replicó Tom. Brenna se obligó a quedarse quieta. Si hubiera sido otro quien la sujetaba y no Hugh, habría pensado en coquetear con él.

Pero no con Hugh, a quien despreciaba.

— Ya hace tres meses que la tenéis y raras veces estáis en casa para hacer uso de ella. ¿Por qué no me la vendéis? — ofreció Hugh— . Os daré tres de mis mejores caballos... cuatro, si insistís.

__________ observó atentamente a Tom, esperando su respuesta. El tenía el entrecejo fruncido, como si estuviera pensando. Cuando no respondió inmediatamente, __________ sintió que el pánico crecía en su interior. No había pensado que él pudiera venderla. Comprendió, con pavor, que él era realmente su dueño. Tenía el derecho a venderla y ella nada podría decir.

___________ estaba a punto de revelar su secreto, de dejar que todos supieran que había entendido las palabras de Hugh y rogarle a Tom que se negase. Pero la voz impaciente de Hugh la detuvo.

— ¿Y bien? ¿Qué decís, hermano?

— Hubierais podido tener a la muchacha por nada, pero en cambio elegisteis a la hermana — le recordó Tom a su hermano.

— En realidad, no pensé que fuera posible domesticarla. Yo quería una mujer de carácter, pero ésta casi me arranca la lengua con los dientes cuando la probé. Sin embargo, parece que vos la habéis domado.

— ¿De modo que habéis cambiado de parecer? Creo que os gustaría iniciar un harén como tienen esos califas de Oriente. Sois afortunado al tener una esposa tímida a quien no le importan vuestros retozos, Hugh.

Alrededor de la mesa sonaron las risotadas de todos los que estaban escuchando y hasta Anselmo  se les unió. Todos excepto Hugh rieron y __________ se estremeció cuando él le apretó la cintura con más fuerza.

— No habéis respondido, Tom — dijo Hugh con voz fría.

— ¿Por qué queréis a la muchacha? — preguntó Tom con seriedad— . No es tan complaciente ni agradable como creéis. Su lengua es tan filosa como la hoja de vuestra espada, pero, por supuesto, vos no la entenderíais. Es obstinada, desafiante, terca y decididamente de mal carácter. Su única virtud es la belleza.

— Por la razón que acabáis de dar es que la deseo. Admiro su carácter.

— La dejaríais baldada, Hugh, porque no tendríais paciencia con su terquedad — dijo Tom en tono cortante, pero enseguida suavizó su tono y añadió— : sin embargo, no importa, todavía no tengo deseos de venderla.

  Entonces, disfrutaré ahora de la zorrita — dijo Hugh, y se levantó de la mesa, sin soltar la delgada cintura de _________ que sujetaba con su enorme brazo.

Tom también se puso de pie con una expresión sombría y amenazadora en el rostro.

— No, hermano, no quiero venderla ni compartirla.

Hugh vaciló un momento. Después rió nerviosamente, soltó a __________ y volvió a sentarse. _________ quedó inmóvil y sintió la tensión en la habitación como un peso alrededor de su cuello.

Anselmo  había guardado silencio mientras sus hijos discutían, pero ahora se aclaró la garganta y se dirigió a Hugh en tono severo.

— Contentaos con la mujer de pelo llameante que tenéis en casa y olvidaros de ésta. Ella pertenece a Tom por mi palabra y si él decide venderla alguna vez, me la venderá a mí porque yo puedo ofrecerle más de lo que vos estaríais dispuesto a pagar.

Los dos hijos miraron al padre con incredulidad.

— Habéis dicho que no confiabais en ella para tenerla en vuestra casa por temor a que tratara de mataros — le recordó Tom a su padre— . ¿Por qué querríais volver a comprarla?

— Os la di a vos en la esperanza de que querríais conservarla, pero si no la queréis, entonces prefiero verla libre antes que en posesión de algún otro.

— ¿Pagaríais la fortuna que yo exigiría sólo para dejarla en libertad? — preguntó Tom.

— Sí.

— ¡Esto es inaudito, padre! — protestó Hugh.

— No obstante, lo haría.

_________ miró atónita a Anselmo . Nuevamente debió agradecerle, ¡Maldito vikingo! ¿Cómo podría matarlo, ahora que sabía esto?

— ¡Id a ocuparos de la comida, mujer! — ordenó Tom en un tono irrazonablemente cortante.

_________ se volvió y vio que él la miraba ceñudo, de lo que dedujo que no estaba satisfecho con las palabras de su padre.

— No es necesario que gritéis, vikingo. No soy soldado — amonestó con altanería y se volvió para retirarse. Se detuvo al pasar junto a Perrin y se inclinó para susurrarle al oído— . Parece que tendréis que esperar para siempre para encontrarlo de buen humor. Pobre Janie.

— Pobre de mí — respondió él también en un susurro y con una expresión llena de preocupación. Después sonrió— . Las cosas serían más fáciles si vos le sonrierais. _________ se irguió y rió en voz alta.

— Es una vergüenza que me hayáis sugerido semejante cosa, Perrin.

Enseguida se dirigió al área de cocinar, sin advertir que Tom la seguía con sus ojos que ahora tenían el color oscuro.
 
 
__________________________________________________________________________
 
_________ se preguntó si en su vida volvería a ver algo tan hermoso como la aurora boreal. Miró maravillada la niebla de color violeta que se arremolinaba en el cielo. El suelo, los edificios, todo a su alrededor estaba pintado de un violeta brillante y luminoso. Quién podía quejarse de la falta de sol para alumbrar el camino cuando contaba con tan magníficos despliegues de color.
Si no hubiera hecho tanto frío, _________ se habría quedado a contemplar indefinidamente la bruma luminosa. Pero hacía frío, mucho frío, en realidad.
— Vamos, Coran, antes que mis pies se congelen y yo también me convierta en hielo.
Corrió junto al joven. El también estaba bañado en luz violeta y parecía salido de una tapicería.
Fue un golpe de suerte cuando Coran le preguntó si necesitaban más provisiones del depósito antes de ir a acostarse. En realidad, no faltaba nada que no pudiera esperar hasta la mañana, pero __________ dio la excusa de que estaban escasos de centeno para hacer pan y que si lo buscaban ahora, Coran podría dormir hasta más tarde por la mañana.
_________ lo hizo esperar mientras sacaba dos sacos del pequeño lugar de depósito detrás de la escalera donde se guardaban alimentos y especias.
Escondió uno de esos sacos debajo de su capa y le dijo a Coran que lo acompañaría por si veía algo más que pudieran necesitar.
Esta era la oportunidad que había estado esperando. Podría procurarse armas que ocultaría hasta que las necesitase. Y si encontraba una capa más liviana la cambiaría por la suya, aunque ahora tenía que admitir que la capa más pesada la mantenía bien abrigada.
________ agradeció que fuera tarde y las otras mujeres estuviesen ocupadas en el hall, recogiendo los restos del oso asado que habían servido más temprano. Coran abrió la sólida puerta del depósito y rápidamente encendió la vela que estaba en el interior. _________ quedó decepcionada al descubrir que la habitación contenía solamente alimentos, aunque estaba bien llena. Un gran recipiente como el de junto a la casa donde se recogía el agua de lluvia estaba lleno casi hasta el borde de cebada y había otro que contenía avena. De las vigas colgaba carne salada de pequeños animales que había cazado Tom.
Había barriles de centeno y uno lleno de manzanas silvestres y otras frutas secas. Grandes sacos contenían judías, cebollas y nueces y muchos sacos más pequeños con hierbas y especias estaban dispuestos en estantes fijos a las paredes. Lo que buscaba ________ evidentemente se hallaba detrás de otra puerta cerrada, la del fondo del depósito, donde se había añadido otra habitación más pequeña.
— ¿Qué hay ahí atrás, Coran? — preguntó en tono inocente y señaló la puerta cerrada.
— Ahí es donde el amo Tom guarda sus riquezas.
— ¿Tenéis la llave?
— Sí — respondió Coran— . Pero me está prohibido usarla a menos que me lo ordenen.
— ¿Alguna vez la usasteis?
— Por supuesto — replicó él con orgullo— . Cuatro veces al año limpio y pulo las armas allí guardadas. Y es allí donde pongo las pieles después de curtidas.
— ¿Podríais abrir la puerta ahora, Coran? Me encantaría echar un vistazo.
— No, no puedo.
— Por favor, Coran — dijo ________ con dulzura— . El amo no tiene por qué enterarse. Yo podría mirar un ratito mientras vos llenáis el saco de grano.
Coran meneó lentamente la cabeza. Era evidente que tenía mucho miedo de hacer lo que ________ pedía. Sin embargo, ella estaba decidida a entrar en ese cuarto.
— No debo hacerlo, __________. Si el amo llegara a enterarse, me castigarían con el látigo o quizá me harían algo peor.
— Pero él no se enterará, os lo prometo — insistió _________— . Ahora él está divirtiéndose en el hall y ni siquiera sabe que estamos aquí. Por favor, Coran... hacedlo por mí.
El vaciló unos segundos más y después sonrió con timidez.
— Está bien. Pero sólo el tiempo que me lleve llenar este saco — fue hasta la puerta y la abrió— . Y no debéis tocar nada.
Impulsivamente, ella se inclinó y lo besó en la mejilla.
— Gracias, Coran. No olvidaré esto.
El enrojeció, y hundió avergonzado la cabeza y fue a llenar el saco. __________ abrió completamente la puerta para dejar que la luz de la vela entrara en la habitación más pequeña. Había esperado encontrar tesoros, pero no la abundancia que pudo ver a la débil luz de la bujía. Había una pequeña pila de pieles que crecería antes de que llegara la primavera y a su lado un cofre abierto, lleno de telas exquisitas: sedas, brocados, finísimos terciopelos. En un estante contra la pared había hermosos cálices hechos de bronce, plata y hasta oro, e incrustados con gemas. Junto a ellos había fuentes y jarras de plata grabada y tallada.
Sobre una mesa había varias curiosidades de valor, estatuas de mármol y marfil, candelabros de oro, pequeños incensarios de bronce, una cruz enjoyada de treinta centímetros de largo, piezas de ajedrez de marfil y muchos otros tesoros. En un cofre de madera de teca forrado de terciopelo que estaba sobre la mesa __________ vio joyas que la deslumbraron: collares de rubíes y diamantes, ajorcas de oro y plata incrustadas con gemas o delicadamente talladas. Otro cofre estaba abierto en el suelo y lleno de monedas de oro y de plata.
Por fin, las armas atrajeron la mirada de _________. colgadas de dos paredes laterales había armas de toda clase. Ballestas y flechas, lanzas de diferentes largos, hachas y espadones, mazas con púas y, en un soporte especial, dagas enjoyadas, __________ se acercó a estas últimas y tomó una incrustada con trozos de ámbar. Quizá el ámbar, que se decía era la gema favorita de Thor, la protegería. Aunque no necesitaría la ayuda de Thor.
_________ miró las ballestas, en cuyo manejo era experta. Tomó una, junto con una provisión de flechas. Puso todo en un saco atado a su cinturón y también metió debajo de éste una espada. No era tan liviana como había sido la suya, pero aquella preciosa espada ya no existía.
_________ estaba por retirarse con su saco lleno, pero en ese momento vio un par de botas de cuero negro. ¡Las suyas! Junto a las mismas, en un estante, estaban sus ropas, las mismas que había vestido para sepultar a su padre. Todavía las llevaba cuando perdió la batalla más importante de su vida a manos de Anselmo Haardrad.
__________ se apoderó rápidamente de las botas y la ropa, se envolvió completamente con su capa y salió de la habitación en el instante que venía Coran.
— No me había percatado de que Tom es un hombre tan rico — comentó ________ con inquietud. Rogó en silencio que Coran no notara la falta de las armas.
— Sí, pero no son muchos los que lo saben.
— Es muy joven para haber acumulado tanta riqueza. Debió hacer muchas incursiones de pillaje en su juventud.
Coran sonrió.
— No. La mayor parte de lo que visteis él lo trajo de Oriente. Nuestro amo es un comerciante muy hábil.
Después que Coran cerró las puertas con llave,  regresaron junto a la casa. Al oír el bullicio de la francachela que seguía llegando desde el hall, _________ dio las buenas noches a Coran y subió rápidamente al cuarto de costura.

CHICAS aqui estoy con un nuevo capi.. espero les guste...
Cuidence..

BYE =D

5 comentarios:

  1. genial me muero si tom la vende menos mal besotes cuidate.

    ResponderEliminar
  2. hola! aww tamara... tom se enamoro de ____ dios *-* que bonito, ella me desespera aveces porque bien que le gusta estar junto a tom... y quien no xD cuidate y que estes bien chau xD

    ResponderEliminar
  3. hola, esta buenisima la historia, dios tom se enamoro de ___ ahi que lindo, ella aveces me desespera pero bueno ... cuidate y sube el siguiente chau xD

    ResponderEliminar
  4. Awww Tom no kiso compartir a (tn) que emocion..!!
    Habra problemas con lo q (tn) a saxado del cuarto de Tom?? Se dara cuenta??
    Siguelaaa esta hermosa la fic. La amoo..
    Bye cuidate :D

    ResponderEliminar
  5. espero que Tom no se de cuenta de que faltan armas y no vaya a castigar ni a Coran ni a Tn... ¡pero que emociooon!! Tom la defendio de Hugh!!... espero el proximo con ansias :D

    ResponderEliminar