Lady ________ sabía que la...
esclavitud era el destino de las mujeres capturadas por los vikingos.
Brutalmente raptada por un hombre sin escrúpulos, ella había jurado vengarse,
enfrentarse a él hasta la muerte y no someterse jamás a su voluntad.
Lo malo es que ese Vikingo era padre de Tom Kaulitz....

miércoles, 7 de noviembre de 2012

"CAPITULO 10"




—Tom, no. No aquí delante de todos — dijo en la lengua de ellos, creyendo que ________ no podía entenderla.

— ¡Ella necesita que le den una lección!

— Sí, pero en privado, hijo. Debe ser manejada en forma diferente de las demás esclavas, porque su espíritu es demasiado orgulloso.

— El espíritu puede ser quebrantado, señora.

— ¿Haríais eso a una criatura tan bella?

El ladeó la cabeza hacia ________.

— ¿Por qué os ponéis de su lado? ¿Esperáis que yo tolere sus berrinches?

— No, pero siento una especie de afinidad con ella — admitió Heloise— . Una vez sentí algo muy parecido a lo que siente ella ahora. Pero fui conquistada con amor.

— ¿Qué sugerís, entonces?

— Podríais probar con bondad, hijo — dijo ella con suavidad.

— No, ése no es mi estilo.

— Había una época en que no erais tan duro, Tom. ¿Tanto os ha destruido Morna? — viendo que él entornaba los ojos, añadió rápidamente— : Perdonadme. No fue mi intención recordárosla. Pero esta muchacha no es Morna. ¿No podéis practicar un poco de tolerancia con ella?

— ¿Ella es mía?

— Sí — repuso Heloise, de mala gana.

— Entonces dejadme que la maneje como a mí me parezca mejor.

________ hervía por dentro. Quería que ellos siguieran creyendo que no los entendía, pero estaba volviéndose cada vez más difícil no replicar cuando la conversación era acerca de ella misma. Tom había demostrado que era un adversario frío y sin corazón, no mejor de lo que ella esperaba. Por lo menos, ahora estaba segura.

Vio que él la miraba con ojos helados.

— Dadme el cuchillo, mujer.

La voz de él no admitía negativa, pero ella lo mismo meneó la cabeza con vehemencia.

— No — dijo— . Tendréis que tomarlo vos.

— ¡Tom, por Dios, dejad que lo conserve por ahora! — dijo Heloise con ansiedad— . ¿Queréis arriesgaros a sufrir una herida aquí?

— ¡Por Thor! — estalló él— . Sus palabras son valientes, pero vos la sobrestimáis demasiado, madre, como ella misma hace. No es rival para un hombre.

— ¡Por favor, Tom!

El luchó frenéticamente con sus emociones, pero al final las palabras implorantes de su madre se impusieron a sus instintos. Se volvió a ________, quien lo miró desafiante.

— ¿Vendréis conmigo pacíficamente?

— Sí — respondió ella de inmediato, sabiendo que la victoria era suya— Abandonaré este salón.

El le indicó que lo precediera y ella así lo hizo, orgullosamente, sin mirar a derecha ni izquierda. Mientras caminaba, volvió a meter el cuchillo en su cinturón, segura de que ahora nadie la molestaría.

En la cima de la escalera, cuando ________ doblaba a la izquierda, Tom la detuvo y en cambio la empujó hacia su habitación. Ella no se opuso. Por lo menos, en el cuarto de él había una cama blanda. Pero si bien traspuso el umbral, él la tomó por sorpresa levantándola en el aire con una mano y quitándole el cuchillo con la otra. En seguida la arrojó a través de la habitación y ella cayó violentamente al suelo.

— Debí hacer esto abajo — dijo Tom con una mueca de crueldad — Para poneros debidamente en vuestro lugar.

— ¡Embustero! — siseó ella, poniéndose de pie— . Temisteis hacerme frente cuando estaba preparada. ¡Debíais atacarme por detrás, como el cerdo cobarde que sois!

— Cuidado, mujer — le advirtió él, amenazador— . O recibiréis el castigo que merecéis.

— ¿De modo que también golpeáis a mujeres indefensas? ¿Es que no hay límite a vuestros modales despreciables?

— No mujeres indefensas, mujer... ¡esclavas incorregibles!

— iOoohhh! — gritó ella y se lanzó sobre él.

— ¡Quieta, muchacha si aprecias en algo tu vida!

Ella no le hizo caso, decidida a lastimarlo de alguna forma. Pero se detuvo de pronto cuando oyó un gruñido amenazador que venía de la cama. Volvió sus ojos temerosos en esa dirección y vio un enorme y blanco perro pastor acurrucado sobre el lecho y que le enseñaba sus agudos dientes.

— Si me hubieseis tocado una sola vez, mujer, se habría arrojado inmediatamente a vuestro cuello.

— Llamadlo — susurró ________ asustada, con el rostro mortalmente pálido.

— No, creo que no. El perro es lo que necesitáis para ser obediente — replicó Tom, y levantó un ángulo de su boca en una mueca de burla. Ella lo miró con ojos dilatados.

— ¡No podéis dejarme aquí con él!

— No os hará daño mientras os quedéis quieta.

Tom se detuvo en la puerta con una expresión divertida en su cara.

— Todavía no nos hemos enfrentado, ________ Carmarham — dijo— . Pero cuando llegue el momento, creo que lo disfrutaré.

Ella olvidó al perro un momento y replicó:

— ¡También yo, vikingo!

Tom rió con ganas y miró al animal sobre la cama.

— Cúidala bien, perro.

Sonrió, cerró la puerta y dejó solos a la muchacha y a la bestia.

_____________________________________________________________________________

Un viento frío que entraba por la puerta del balcón despertó a ________. Se estremeció, y rápidamente metió los pies desnudos debajo de su camisa. Cuando yacía enroscada como una pelota para darle calor, se abrió la puerta.

Levantó la vista. Tom estaba allí con una gran bandeja de comida. El ordenó al perro que se largara, cerró la puerta con el talón y puso la bandeja sobre la mesa.

— ¿Qué tenéis contra el aire fresco, mujer? — preguntó él sin mirarla, y abrió la puerta del balcón.

— ¿Qué tenéis vos contra un poco de tibieza? — replicó ella con petulancia.

De pronto, él le sonrió.

— Temo que vayáis a perecer en invierno, muchacha, si pensáis que con este tiempo tan apacible hace frío.

Ella tembló ante sus palabras. ¿Cómo se las arreglaría en invierno? Tan al norte, los meses largos, fríos, serían como nada que había conocido en su tierra. Y si lo que le habían dicho Wyndham y Tom era verdad, durante ese tiempo no habría sol para ayudar a fundir la nieve.

— Venid a comer, mujer — dijo Tom, y acercó a la mesa las dos sillas como tronos.

— ¿Vuestros invitados se han marchado al fin? — preguntó ________, pronunciando las palabras con todo el disgusto y el odio que sentía.

— Sí. Mi casa ha vuelto a la normalidad. Primero comeremos y después hablaremos.

Ella lo miró con recelo

— ¿Acerca de qué?

— De vos y vuestra nueva vida aquí..., de lo que se esperará de vos. Esta vez dejaremos las cosas arregladas.

¡Oh, señor! Sintió que se acercaba otra batalla y en verdad no le gustó la perspectiva. ¿Siempre tendría que chocar con este hombre? Todavía no había tenido un día de paz desde la muerte de su padre y ansiaba un poco de tranquilidad.

________ suspiró y se unió a Tom en la pequeña mesa. El había traído dos tazones llenos del desayuno diario normal: gachas de avena. También había faisán recalentado y una hogaza entera de pan para los dos. Cuando _________ tomó un jarro y lo encontró rebosante de leche tibia como antes, hizo una mueca.

— ¿Por quién me tomáis que me dais leche como a una criatura?

— Yo también bebo leche, mujer — replicó él, levantando un jarro como el de ella— Se cree que es una bebida saludable.

— ¡Detesto la leche! — estalló ella— ¿Aquí no se les permite a las mujeres un poco de vino o hidromiel?

El se reclinó en su silla y frunció los labios.

— Sí, se les permite — dijo— . Pero no a las esclavas.

Ella sintió un fuerte impulso de arrojarle la leche en la cara para borrar esa expresión. Se preguntó fugazmente cómo reaccionaría y decidió no hacer la prueba. Maldijo otra vez a su destino y en seguida atacó la comida, ansiosa por terminar de una vez.

Tom la observó en silencio mientras comía y notó el color encendido de sus mejillas. No hacía falta mucho para inflamar el carácter de esta joven. La sola mención de su nueva condición era suficiente. Nunca había conocido una mujer con tanto orgullo fuera de lugar y con tanta arrogancia. Que ella le pertenecía, era algo que todavía él tenía que decidir si le resultaba gratificarte.

Recordó cuando vino tarde en la noche y la encontró hecha un ovillo en la cama. Su rostro parecía tan infantil, su belleza tan irreal. Pero en seguida recordó cómo la había encontrado ayer, abajo, toda furia y fuego, salvaje y desafiante. Aun entonces él admiró su belleza, las fieras chispas reflejadas en sus ojos plateados, el intenso color de su cara causado por la cólera. Lo enfureció sobremanera encontrarla discutiendo con su madre. Pero se detuvo para escuchar las palabras con que ella describía lo que había sufrido, lo que había perdido a manos del padre de él. Algo de su furia murió entonces, pero se reavivó de inmediato cuando ella amenazó a su hermano.

¡Pensar que una esclava suya iba a atreverse a amenazar a su familia! Y después, ver que su madre la defendía, que detenía su mano para que no castigar a la muchacha como se lo merecía. Sin embargo, fue una suerte que su madre hubiera estado allí, porque él, enfurecido como estaba, seguramente habría lastimado seriamente a la muchacha, sólo para lamentarlo después.

— Bueno, ¿vais a dictarme vuestra ley ahora?

La insolente pregunta lo hizo sonreír, lo cual formó hoyuelos en sus mejillas.

— ¿Aceptaréis mi ley? .

— Primero os escucharé, después tendréis mi repuesta — repuso ella con voz carente de interés.

— Muy bien — dijo él, recostándose nuevamente en el respaldo de su silla— Para empezar, no tendréis más berrinches de los que me habéis brindado hasta ahora.

— Yo no tengo berrinches, vikingo, digo lo que siento — respondió ella con calma.

— En vuestros labios, la palabra vikingo suena como un insulto, mujer. No quiero volver a oírla.

— ¡No os llamaré amo! — siseó ella, pronunciando la palabra con intenso desprecio.

— Os concedo eso — replicó él— . Me han dado un nombre que podéis usar.

— A mí también me dieron un nombre, aunque no he oído que vos lo uséis...

— Muy bien... _______ — dijo él y sonrió.

Ella dejó que una sonrisa asomara a sus labios.

— No es tan difícil llegar a un acuerdo con vos.

— ¿No? Deberíais reservar vuestras opiniones hasta que hayamos terminado — respondió él, y vio que la rara sonrisa desaparecía— . Ahora bien — continuó con tono autoritario— Yarmille ha sugerido que seáis alojada con las otras jóvenes. Janie y Maudya comparten una casita a corta distancia detrás del establo. Viviréis con ellas. Dormiréis y pasaréis vuestro tiempo libre allí. ¿Es de vuestro agrado?

— Sí.

— Bien. Vuestras tareas no serán diferentes de las de esas otras mujeres. Ayudaréis a cocinar y limpiar, ordeñaréis las vacas, moleréis el grano. En realidad, no hay mucho que hacer, pues esta casa es pequeña y sólo tenéis que servirme a mí. Cuando no esté, Janie os dirá qué hacer. Y puesto que no tengo esposa, también ayudaréis ocasionalmente en el cuarto de costura, a remendar y hacer nuevas ropas.

— ¿De veras? — preguntó ________ con frialdad.

— Sí. No habrá niños que cuidar ni una señora que atender, pues nunca me casaré. Sólo tenéis que complacerme a mí — dijo Tom rápidamente, suponiendo, por la pregunta de ella, que no habría discusión.

— Todas esas tareas que habéis descrito son tareas de mujer.

— Por supuesto.

Ella lo miró fijamente, tratando de conservar la calma.

— Teníais razón cuando dijisteis que reservara mi opinión sobre el resultado de esta plática, porque si eso es lo único que me ofrecéis, nunca nos pondremos de acuerdo.

Tom la miró ceñudo.

— ¿Os negáis a trabajar?

— ¡He dicho que no quiero hacer trabajos de mujeres! — dijo ella con altanería— ¡Nunca lo hice y nunca lo haré!

El se inclinó hacia adelante con los ojos entrecerrados como dos hendiduras y cada vez más furioso.

— ¡Lo haréis!

— ¡No, vikingo! — replicó ella, poniendo fin a la especie de tregua que existía entre los dos— . ¡No lo haré!

— ¡La comida que coméis, las ropas que vestís, vienen de mí! ¡La casa donde dormís es mía! — estalló él, poniéndose de pie— . ¡Si no ganáis lo que consumís, mujer, sois inútil para mí!

— Ganaré lo que consuma — dijo ella en un tono repentinamente calmo que lo sorprendió.

— ¿Cómo? No será en mi cama, si es eso lo que pensáis.

— Con seguridad, eso jamás ocurrirá. No. Erin ha dicho que puedo ayudarlo con los caballos si le dais vuestro permiso — Tom la miró torvamente.

— ¿Cuándo hablasteis con Erin?

— El primer día de vuestro regreso.

— ¡Os ordenaron que ese día permanecieseis en el cuarto de costura!

— No estoy acostumbrada a la inactividad, vikingo — replicó ella con vehemencia— ¡Tampoco a recibir órdenes!

— Bueno, tendréis que aprender, mujer — repuso Tom con brusquedad— . Y en cuanto a trabajar con Erin, eso está fuera de la cuestión.

— ¿Por qué? — preguntó ella— Decís que debo ganar lo que consumo. Bien, os dije lo que es aceptable para mí. Conozco de caballos tanto como de armas, y no me opongo a limpiar un establo porque lo he hecho antes. Si eso no basta, también puedo cazar. En mi casa, yo proporcionaba carne para nuestra mesa; lo mismo puedo hacer aquí.

— ¿Ese es el alcance de vuestros talentos? — preguntó Tom con sarcasmo.

________ sonrió de repente.

— No. Si tenéis un enemigo, lo mataré por vos — Tom estalló en carcajadas.

— Sois sorprendente, mujer. ¿De veras os gustaría ser un hombre?

Ella se enfureció por el tono burlón de él.

— No puedo evitar ser lo que soy — dijo con voz quebrada— Fue así como me criaron.

— Bueno, tendréis que cambiar vuestros hábitos, mujer.

— ¿No cederéis?

— No. Trabajaréis en la casa.

_______ se levantó con los hombros rígidos y el mentón orgullosamente en alto.

— Entonces — dijo— , no me dejáis otra alternativa que marcharme.

— ¿Qué? — La miró con incredulidad.

— Me habéis oído, vikingo. Puesto que no trabajaré según vuestras órdenes y vos no me dejáis elegir, entonces, como dijisteis, seré inútil para vos. De modo que me marcharé.

Tom meneó lentamente la cabeza y cruzó los brazos.

— No, mujer. Eso es imposible. Olvidáis que ya no sois libre de ir y venir como os plazca. Ahora me pertenecéis.

— ¡Sois un asno insufrible! — estalló ________, con su furia reflejada en la plata vidriosa de sus ojos— . ¿Creéis que podríais detenerme si quisiera marcharme?

Tom se puso rígido de ira. Se sorprendió por haber soportado hasta ahora la obstinación de ella.

— Si abandonáis mis tierras, mujer, todo vikingo de millas a la redonda será lanzado tras vos. Después seréis encerrada en una celda por vuestra terquedad... indefinidamente.

Ella se rió de él.

— Una vez que me haya marchado, vikingo, no me encontrarán. Así que vuestras amenazas no me asustan.

— He tolerado mucho de vos — dijo Tom con voz fría como el hielo— Pero basta. Es tiempo que aprendáis plenamente lo que significa ser poseída.

________ miró la puerta cerrada, pero no quiso huir... no cuando podía apoderarse del cuchillo que Tom llevaba en su cinturón y ponerse en posición ventajosa.

— ¿Qué tenéis pensado, vikingo?

— Una buena azotaina, para empezar — dijo él, y empezó a acercársele.

Tom esperaba que ella echara a correr y, por lo tanto, no estaba preparado cuando ________ se lanzó hacia él y en seguida se escabulló fácilmente por debajo de su brazo. El murmuró un juramento y se volvió para agarrarla, pero se detuvo de pronto cuando vio el brillo del cuchillo que ella tenía en la mano. ________ rió de la absurda expresión de Tom.

— ¿Decíais?

— ¡Dadme el cuchillo, mujer! — rugió él. — ¡Venid y tomadlo, maldito! — dijo ella con ojos tan decididos como su tono.

— ¡Sufriréis más por esto!

— Cuidado, vikingo — dijo ella en tono de provocación— . Ahora no está aquí vuestro perro para protegeros.

El soltó un gruñido y fue hacia ella. ________ mantuvo el cuchillo delante de ella, con intención de mantenerlo a raya, no de matarlo. El era una bestia arrogante, pero aún no le había hecho ningún daño. Ella quería la sangre del padre, no del hijo.

Sin embargo, fue un error no atacarlo, porque Tom dio un salto y aferró la muñeca del brazo que sostenía el arma. La presión que aplicó para hacer caer el cuchillo fue tremenda, pero ella se mordió el labio y soportó el dolor, mientras maniobraba diestramente el cuchillo hasta que le hizo un corte en el brazo. El la soltó. Ella miró la sangre y notó que era apenas un pequeño arañazo. Pero en ese momento, el puño de Tom cayó con fuerza sobre su muñeca y el cuchillo cayó al suelo. En seguida golpeó a _________ con el dorso de la mano y casi la hizo perder el equilibrio.

_________ se limpió lentamente la sangre que brotaba de su labio inferior y lo miró desafiante. Permaneció erguida, orgullosa y sin temor frente a su contrincante.

— Haz lo tuyo, vikingo.

El no dijo nada, sino que la miró un largo momento. Algo de su cólera se disipó. Ella no se preparó para correr cuando él se quitó el cinturón y lo sostuvo en su mano, sino que lo miró con odio a los ojos.


CHICAS.. aqui un nuevo capi...
Tengo que decirles que me desilusione... ya que habia un solo comentario.,..=( que pasa.. ya no les gusta la ficc???
Espero respondan....

Cuidence
Las Quiero
BYE...

6 comentarios:

  1. Awww pobre (tn) tan orgullosaa.. Quiero q ya haya acercamiento ..
    Claro q me encanta la fic. Lo q pasa es q no me notifico el blogger q habias subido y justo ayer entre para comentarte xq no subias y me lleve la sorpresa q habias subidoo..y si te comente xD
    Tamitha tu sabes q Amo tus adaptaciones y q siempre comentoo!! Siguelaaa esta muy emocionante la fic .. Ahora q hara Tom la castigara??
    Bye cuidate :D

    ResponderEliminar
  2. :) me encanto y me dejaste con la duda de lo qe sige :D
    emms no soy de poner comentarios pero si leo todos lo capis y me gustan pero eso no comento mucho
    mmmm qe estes bn y sube pronto jejeje

    ResponderEliminar
  3. Pero pero Awww Tom jajajjajajajajjaja xD que mucho me voy a reír con esta T.n no le tiene nada de miedo :D

    ResponderEliminar
  4. O_O chanfle ejjejejeje la dejastes buenisimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

    que le hara? la golpeara?? Chanfle esta mujer es VALIENTE ejejje y TOm ha aguantado bastante!!

    Me encanta la FIC!!!

    Gracias por subir!!

    ResponderEliminar
  5. BUENISIMO!! dios mio esta buenisima y si me hizo reir una que otra vez!! ay pobre tom, lo que tendra que soportar hahahaha sale cuidate y que estes bien chau xD

    ResponderEliminar
  6. me encanto como no se deja dominar tn!! ajjaja y me mato la situacion del perro ... menos mal q no lo golpeo en ese momento ajaja :D
    Perdon q no comente el otro pero no lo habia visto y se me paso cuando vi que decia q subiste el 10 me di cuenta q estaba el otro :S
    Gracias por subir C:
    Bye y Cuidate!!
    PD: Subeee pronto Pooooorfa!! :)

    ResponderEliminar