Lady ________ sabía que la...
esclavitud era el destino de las mujeres capturadas por los vikingos.
Brutalmente raptada por un hombre sin escrúpulos, ella había jurado vengarse,
enfrentarse a él hasta la muerte y no someterse jamás a su voluntad.
Lo malo es que ese Vikingo era padre de Tom Kaulitz....

lunes, 12 de noviembre de 2012

"CAPITULO 15"




Ella se volvió, con los brazos en jarra y los ojos relampagueantes de furia.

— ¿Me habéis engañado, vikingo? ¿Con qué propósito estamos aquí? — preguntó ________ colérica.

— Nuestro propósito, como decís vos, espero que sea prolongado. Conociendo vuestra aversión a las corrientes de aire, elijo esta habitación por ser en el presente la más abrigada de la casa.

— Qué considerado — murmuró ella con sarcasmo. Sin duda, la habitación era acogedora. Ardía un fuego en el hogar que calentaba toda la estancia. _______ notó que aquí también se habían introducido mejoras. Dos enormes alfombras idénticas, que casi se unían, cubrían el frío piso con dibujos azules y dorados.  Dos grandes tapices colgaban en las paredes. Uno representaba a un grupo de campesinos trabajando la tierra bajo un cielo luminoso y el otro narraba una historia en miniatura contra un fondo amarillo. Un diván sin respaldo también había sido añadido a la habitación. Cubierto con rico brocado azul y blanco, tenía garras de león talladas como patas.

________ observó todo esto con sorpresa antes de volver a mirar a Tom.

— Bueno, ¿me diréis por qué estoy aquí? ¿Y por qué fuisteis a buscarme en esa forma, con tanto secreto?

El se encogió de hombros y se acercó a la mesilla donde había un odre de vino y un plato de queso.

— No sabía de qué humor estaríais, de modo que preferí no arriesgarme a que hicierais alboroto y despertarais a las otras mujeres. No tenía objeto que ellas despertaran sólo porque vos y yo tenemos cosas que arreglar.

________ se puso rígida.

— Hemos arreglado todo. ¿Qué queda por arreglar?

— No hemos arreglado nada,  mujer.

— Sin embargo, yo trabajo para vos — replicó ella, levantando la voz— . ¡Me gano mi comida! ¿Qué más queréis de mí?

El fue hasta el gran cofre que estaba contra la pared y sacó de él una bata de seda gris elegantemente orlada con piel blanca. Después fue a pararse frente a ella, a unos pocos centímetros, de modo que ________ debió levantar la cabeza para mirarlo cuando él le habló.

— Si, habéis trabajado, alegremente, pero no como yo quería. En su momento yo os lo concedí porque no veía otro camino. Los esclavos, se supone, no tienen que disfrutar de su trabajo, mujer, pero vos sin duda lo disfrutáis — hizo una pausa— . Basta ya.

— ¿Cómo?

Una sonrisa helada asomó a los labios de Tom.

— Empezaremos de nuevo — dijo— Haréis las tareas originariamente destinadas a vos y empezaréis con esto — dijo entregándole la corta bata— Hay un pequeño desgarrón debajo del brazo que necesita ser reparado.

Ella lo miró pasmada.

— ¡Señor del cielo! — gritó con exasperación.

— Vuestro Dios no puede ayudaros, mujer, ni tampoco el mío. Sólo me tenéis a mí para tratar.

— ¡No lo haré, Tom! — replicó ella furiosa y arrojó la bata al suelo— . ¡Sabéis que no lo haré!

El volvió a encogerse de hombros y a acercarse a la mesa.

— Entonces — dijo, por encima de su hombro — permaneceréis en esta habitación hasta que cambiéis de idea.

— No, sólo hasta que os quedéis dormido, vikingo.

— Entonces, parece que nuevamente tendréis que ser vigilada. Perro — llamó, y el mastín blanco bajó de la cama. ________ ni siquiera lo había visto, pues su blanca pelambre se confundía con el armiño del cobertor— . Quedaos en el suelo y cuidad que la mujer no se vaya — ordenó Tom.

El animal pareció comprender cada palabra. Volvió la cabeza y miró a ________ con indiferencia, antes de acercarse a la puerta, donde volvió a echarse. ________ le lanzó una mirada asesina y enseguida dirigió esa misma mirada al amo del can.

— He tratado de no odiaros, vikingo, pues vos no sois personalmente culpable de que yo esté aquí, ¡pero estáis haciéndolo difícil!

El curvó los labios en una sonrisa cínica.

— Odiadme todo lo que queráis, mujer. Eso no cambiará nada. Mis sentimientos hacia vos no son muy diferentes, porque habéis sido una mujer de mal carácter y porfiada desde que llegasteis, una espina en mi costado de la que puedo prescindir —  Bebió un largo sorbo de vino y empezó a quitarse la ropa.

— ¿Y ahora qué?

— Hemos llegado a una situación sin salida, así que esta noche no habrá discusiones. A la cama, mujer.

— Ya no estoy cansada — dijo ella torvamente.

— ¿Y entonces?

— ¡Podéis obligarme a permanecer en esta habitación, pero no dormiré en esa cama con vos! — estalló ella.

— ¿No? — dijo él y enarcó una ceja— . Por el juego que habéis jugado desde la última vez que estuvisteis aquí acostada yo hubiera pensado que estaríais más que dispuesta a hacerlo otra vez.

— ¡Os equivocasteis! — replicó ella, con las mejillas encendidas.

— Bueno, no importa. Puesto que yo me opongo a compartir mi cama, vos dormiréis ahí. Pero no temáis, mujer. No me aprovecharé de vos para que no encontréis placer en esta habitación. Ahora, a la cama, y si no es para dormir, que sea entonces para pensar en vuestra terquedad.

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Su propio cuerpo impulsaba a _________ al estado de conciencia. Parecía gritarle: despierta, despierta y mira los placeres que te aguardan.

El sueño se disipó y sus ojos se abrieron lentamente por la sorpresa que le causaban las sensaciones que experimentaba y después se agrandaron cuando comprendió qué estaba sucediendo.

________ yacía de costado, de cara a la pared, con los brazos sobre la almohada y debajo de su cabeza, una pierna levantada y flexionada en la rodilla y la otra extendida. Estaba acostada sobre el cobertor de armiño, tal como cuando se quedó dormida con Tom a su lado. Pero ahora su camisón estaba subido y amontonado alrededor de su cintura, dejando sus muslos y piernas completamente desnudos. Permaneció perfectamente inmóvil y logró mantener la respiración regular, como si siguiera durmiendo. El pecho de Tom se apretaba contra su espalda y el calor de él atravesaba el camisón. Un brazo descansaba sobre su cintura y la mano, debajo de la tela, le acariciaba un pecho con suavidad. Ella sentía en su nuca el aliento de él, ardiente y cosquilleante, y la mano que empezó a moverse lentamente hacia abajo, siguiendo la curva tensa de su vientre, y después sobre su cadera y su muslo.

La sensación le erizó la piel de las piernas. Después, la mano se movió diestramente hacia la cara interna del muslo y empezó a ascender, con lentitud exasperaste, hasta que por fin se detuvo sobre el suave montículo de rizos negros entre las piernas de ella. Allí la mano se demoró, los dedos separaron suavemente los rizos y se abrieron camino hacia la carne húmeda, caliente, que ya se estremecía de deleite.

Con asombro, ________ oyó que de sus propios labios escapaba un suave gemido. Sabía que hubiera debido correr, huir, pero en cambio se volvió lentamente hasta quedar de espaldas y abierta a esos dedos que exploraban. Una sonrisa seductora le curvó los labios cuando vio la ardiente mirada de los ojos color cafe de Tom.

— Os llevó mucho tiempo despertaros, mujer — murmuró él, en tono burlón.

La sorprendió que él pudiese ser tan cálido y tierno cuando habitualmente se mostraba tan brusco y rudo. Pero no le importó y esto también la sorprendió; en realidad estaba ansiando este momento. La última vez que había estado así tendida experimentó un auténtico placer, pero también sintió que goces aún más intensos podían ser alcanzados.

— Yo hubiera podido jurar, señor vikingo, que dijisteis que no encontraría placer en esta cama — dijo ella y pasó los dedos entre los vellos dorados del pecho de él— ¿No podéis cumplir vuestra palabra por una sola noche?

— Parece, mujer — replicó él con voz ronca, y bajando sus labios hacia los de ella para besarla suavemente—  que hablé en forma apresurada. Pero debéis culparos vos misma, porque, en verdad, vuestros modales varoniles desaparecen una vez que estáis en la cama, la miró y sonrió— . ¿Por qué es eso?

Ella se encogió de hombros y sonrió con picardía.

— Compruebo que ser una mujer, en ocasiones tiene sus ventajas. Y no soy demasiado tímida para admitirlo.

— ¡Tímida, ja! — rió él— . ¡ Eso jamás!

— Vos lo sabéis muy bien, vikingo — replicó ella, y le puso una mano en el cuello para atraerlo más— . Ahora, no os sorprendáis de mis acciones.

Lo besó con voracidad, y aunque acababa de advertírselo, él mismo se sorprendió. Que la proximidad de ella lo había tentado hasta donde ya no podía controlarse, era un hecho. Que ahora ella estaba enloqueciéndolo de pasión, era todavía más cierto. ________ lo impulsó a que la tocara y él lo hizo sin vacilar. Ella abrió sus piernas para él, y él penetró profundamente en ella. La tomo de las nalgas para apretarla aún más contra él y la montó como un semental que cabalga al viento. Antes de la embestida final, él sintió que ella envolvía las piernas alrededor de sus muslos y entonces se perdió en esa esfera blanca de fuego y deleite que lo había llevado a quebrar su palabra y hacerla suya.

Respirando agitadamente, Tom descansó todo su peso sobre el pequeño cuerpo de ella, con su cabeza apoyada contra el cuello de ________. Por fin se movió para incorporarse, pero ella unió los brazos detrás de su cabeza y con las piernas siguió rodeándole las caderas. El la miró, intrigado, y notó el sesgo seductor de los ojos, la sensual crispación de los labios.

— Mostradme vuestra fuerza, vikingo — jadeó ella, retorciéndose sensualmente debajo de él— .Continuad.

— Por todos los dioses, mujer, ¿no tenéis vergüenza? — preguntó él, con incredulidad.

— ¿Por qué? — replicó élla, sin amilanarse— . ¿Es vergonzoso que esto me guste? ¿Tengo que fingir que no es así?

— No, pero ninguna mujer jamás me ha pedido más!

— ¡No me comparéis con vuestras otras mujeres, vikingo! — dijo ella con vehemencia, y lo soltó—  ¡Marchaos, entonces, si no tenéis fuerza para satisfacerme!

El le tomó las manos con que ella le empujaba el pecho y se las llevó a los costados.

— La táctica que empleáis es indecorosa, zorra — dijo él, en tono despectivo.

Con lentitud, empezó nuevamente a moverse dentro de ella y al mismo tiempo le aplastó los labios con un doloroso beso. Apenas fue necesario un momento para que la chispa del deseo se reavivara. Tom entró con un ritmo regular, decidido, y después le soltó los brazos y le tomó la cara con las manos. Su beso se volvió más intenso, más exigente. Sintió que ella le pasaba las manos por la espalda y palpaba los músculos endurecidos de allí. ________ empezó a gemir con suavidad y nuevamente le rodeó el cuello con los brazos y lo apretó cada vez más fuerte, como si quisiera abrazarlo por toda la vida. Aun en su feroz acceso de pasión, él notó el salvaje abandono de ella y por fin ________ sintió que el aliento se le quedaba en la garganta, se puso rígida, y clavó las uñas en los hombros de Tom, como si fueran zarpas de gato. El nombre de él escapó de sus labios en un ronco susurro. En ese instante, él se le unió en ese tan buscado reino del placer explosivo.

Esta vez ella no protestó cuando él se apartó y se puso a un lado. Ambos estaban exhaustos y respiraban pesadamente. Cuando ella le tocó el hombro con suavidad, la mente de él se rebeló, porque temió que ________ se atrevería a pedirle todavía más.

— Todavía no es de mañana, mujer — dijo con cansancio y sin abrir los ojos— Volved a dormiros.

— Sólo quería daros las gracias, Tom. Eso es todo.

El abrió los ojos y alcanzó a ver la expresión tierna en la cara de ella, antes de que ella se volviera y se bajara el camisón. El miró fijamente la nuca de ________ y otra vez se sintió sorprendido e intrigado por las muchas facetas que tenía el carácter de esta mujer. La de ahora era la que más le gustaba.

Sus facciones se suavizaron.

— Venid, mujer — dijo roncamente, y la atrajo a sus brazos.

Sabía que ella no se resistiría y esto lo complacía aún más. Ella se acurrucó contra él, y Tom supo, sin ninguna duda, que podría acostumbrarse a esta mujer sin mucho esfuerzo.

— Es lindo, Tom, no pelear con vos — dijo _______ suavemente contra el pecho de él, ya medio dormida. El sonrió e inconscientemente la estrechó más. El efecto que ella tenía sobre él era sorprendente. Si seguían así abrazados, pronto él volvería a desearla.

— Sí, ________, es muy lindo.


CHICAS... aqui les traigo un nuevo capi... y espero les guste... porque a mi me ha encantado jajaja xd.. Y gracias a todas por sus comentarios sobre todo a Cabi.. que siempre esta presente y a Jennifer... y a todas xd.. en verdad gracias... aprecio mucho que les guste mi ficc =)...

Cuidence
Las Quiero
BYE =D

6 comentarios:

  1. Likazoooo!! Lo Ameeee demasiadoo!!
    Dios esta hermozisima la fic.. Y (tn) le pidio mas hahsha me divirtio esa parte si no marchaos hahagaha tan unica carachoo
    definitivamente una de mis favoritas :D
    Te juro q me emociono cuando veo q publicas y me divietto con los dos..
    Yo creo q Tom ya se esta enamorandooo *.*
    Siguelaaaa muero sin esta fic hahahaha
    bye cuidate xDD

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  2. Wow!!! Buenisimooooooooooo!!!!

    Ahhh concuerdo con jennifer creo q Tom esta empezando a Enamorarse!!!! waaaaaaaaaaaaaa!!

    Gracias por subir continuamente!!! A veces dejan de publicar por un buen rato y uno pues pierde el hilo de la historia!!

    Pero vos siempre sos super y nos subis cap casi todos los dias!!

    GRracias por divertirnos con toda tu fabulosa Fic!!!

    Sos la mejor
    Tu fan
    cabi

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  3. me encantooooooooooooooo hayyyyy estuvo tan lindooooooo siguela pronto cuidate besotes.

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  4. Totalmente de acuerdo con las chicas C: y me encanto el cap, fue re divertido y tierno jajaja cuando le pidio mas, me mate de risa jaja y lo del final fue re chuchis
    Gracias por subir tan rapido y por subir la fic en si ajja :D
    Bye, bessos y Cuidate! ♥

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  5. dios mio0 cada dia me enamoro mas de esta hermosa historia te kedo increiblemente geniall :D sube pronto

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  6. estuvo hermoso el capitulo!!! *.* no se que decir... amo la fic :)

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